Enséñanos también a nosotros, te pedimos, la humildad del corazón para formar parte de los pequeños del Evangelio, a quienes el Padre les ha prometido revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a rezar sin cansarnos nunca, seguros de que Dios conoce lo que necesitamos, antes de que se lo pidamos.
Danos una mirada de fe capaz de capaz de reconocer con prontitud en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús.
Apóyanos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria bienaventurada, donde esperamos llegar también nosotros para contemplar para siempre la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Amén! (Síntesis de Oración Homilía de la canonización del padre Pío por SS. Juan Pablo II)
Novena a San Pío de Pietrelcina
Santo de los enfermos y la Confesión
Modo de Rezarla:
Hacemos la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Pedimos perdón a nuestro Padre Dios, y expresamos la intención de esta novena.
De una Biblia o Nuevo Testamento, leemos el evangelio de la oración de Jesús en el Monte de los Olivos (Lc 22, 39-46).
Rezamos los misterios dolorosos:
La Oración de Jesús en el Huerto.
Los azotes de Jesús atado a la columna.
La Coronación de Espinas.
Jesús carga con la Cruz.
Crucifixión y Muerte de Jesús.
Finalizamos con la Oración al Padre Pío.
DÍA PRIMERO
Padre Pío, míranos con bondad y alcánzanos de Dios Padre imitar tus ejemplos y palabras. Que nosotros podamos huir siempre del pecado y ser templos vivos del Espíritu Santo.
DÍA SEGUNDO
Padre Pío, tú naciste en el seno de una familia pobre, trabajadora y profundamente cristiana; alcánzanos de la Providencia divina, un trabajo digno que haga posible el crecimiento humano y cristiano de las familias de nuestra Patria.
DÍA TERCERO
Padre Pío, tú que respondiste tempranamente a la vocación con que Dios te llamó a la vida religiosa, por tu intercesión alcanza a la Iglesia muchos y santos religiosos y religiosas, que sean signo de santidad en medio del pueblo de Dios.
DÍA CUARTO
Padre Pío, que consagraste tu vida sacerdotal a la conversión de los pecadores, a través del sacramento de la reconciliación; alcánzanos a todos los miembros de la Iglesia, la gracia de poder vivir e continua conversión.
DÍA QUINTO
Padre Pío, cuya vida fue marcada por el sufrimiento y las tentaciones; alcánzanos de Dios la gracia de aceptar nuestras cruces con espíritu reparador y sean para nosotros fuente de purificación y de apostolado.
DÍA SEXTO
Padre Pío, que aceptaste con amor tu vocación reparadora, ofreciéndote como victima con Cristo por los males del mundo; alcánzanos la gracia de hacer de nuestra vida una ofrenda permanente y agradable a Dios.
DÍA SÉPTIMO
Padre Pío, que hiciste de la oración el alma de tu acción apostólica; alcánzanos de Dios la gracia de realizar en nuestra vida las palabras de Jesús: “Hay que orar siempre y no desfallecer nunca” .
DÍA OCTAVO
Padre Pío, tú practicaste en forma heroica las palabras de Jesús: “Ámense unos a otros como yo los he amado” , haciendo así presente a Dios en medio de los hombres; alcánzanos el don de servir a nuestros hermanos más necesitados con cariño y desinterés evangélico.
DÍA NOVENO
Padre Pío, que pasaste tu vida en el confesionario, derramando como Jesús, la misericordia y sanando heridas espirituales, morales y físicas; alcánzanos de Dios la gracia de ser testigos del amor misericordioso del Padre Dios, con la paciencia, la humildad y el perdón hacia todos los hombres.
Oración
San Pío de Pietrelcina tú pasaste tu vida haciendo el bien
en la tierra y ahora lo haces desde el cielo.
¡Alcánzame de Dios cuanto te pido!
Tú fuiste hombre de oración y caridad, amigo de los enfermos, testigo de la misericordia de Dios para cuantos acudieron a tu confesionario.
¡Ven ahora en mi ayuda!
Te lo suplico por Jesucristo nuestro Señor. Amén